Sistemas de retención infantil y seguridad

Según las estadísticas del Departamento de Transporte de EEUU (USDOT), las muertes por accidentes de tráfico aumentaron un 5,6% en 2016 en comparación con 2015. El número de niños fallecidos en accidentes de tráfico también aumentó en 2016.

Según las estadísticas publicadas por el Instituto de Seguros para la Seguridad en Carretera 1.023 niños murieron como consecuencia de accidentes de tráfico en Estados Unidos en 2016. De esas muertes, 723 eran pasajeros de esos vehículos. Aunque el número de niños muertos como pasajeros ha seguido una tendencia general a la baja desde 1975, hemos observado un aumento tanto en 2015 como en 2016. Según el USDOT, de esos 723 niños que perdieron la vida, 304 eran ocupantes menores de 5 años. En el momento de redactar este informe, no se disponía del número de niños heridos.

La principal causa de muerte infantil son las lesiones no intencionadas. La causa más frecuente de lesiones no intencionadas son los accidentes de tráfico. El coste para las familias de estas jóvenes víctimas y para nuestras comunidades es demasiado elevado como para no hacer todo lo posible por reducir el número de muertes infantiles como consecuencia de accidentes de tráfico.

Impacto del uso de sistemas de retención infantil

Uno de los principales factores identificados en diversos estudios sobre niños fallecidos en accidentes de tráfico es la no utilización o utilización incorrecta de los sistemas de retención infantil, como las sillas de seguridad y los asientos elevadores. Un estudio publicado en el Revista de Pediatría sugiere que reducir en un 10% el número de niños no sujetos o sujetos de forma inadecuada en todo el país reduciría en 232 al año el número de muertes infantiles relacionadas con accidentes de tráfico.

La ley de Georgia exige que los niños menores de 8 años vayan correctamente sujetos mientras viajan en un vehículo de motor por las carreteras de Georgia. Los georgianos han visto aumentar el número de víctimas mortales en general durante los últimos años en nuestras carreteras. Como padres, nuestros hijos confían en nosotros para que los sujetemos adecuadamente y, de ese modo, los protejamos de daños evitables si se ven implicados en un accidente de tráfico.